La multitarea se define como la capacidad de realizar varias actividades al mismo tiempo, ya sea de forma sincronizada o en un espacio de tiempo compartido. Esta forma de trabajo busca aprovechar al máximo el tiempo y la energía, así como resolver más problemas o tareas en un plazo más corto. La palabra multitarea proviene del ámbito de la informática, donde se refiere a la habilidad de un dispositivo o sistema operativo de ejecutar más de un proceso a la vez. Algunos ejemplos de multitarea son: escuchar música mientras se estudia, enviar correos mientras se espera una llamada, tomar notas durante una reunión virtual, etc.
La multitarea se ha convertido en una exigencia y
una necesidad en muchos ámbitos de la vida moderna, especialmente en el laboral
y el académico. Vivimos en una sociedad que nos bombardea con información,
estímulos y demandas constantes, que nos obliga a estar conectados y
disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y que nos premia por
ser más rápidos, eficientes y productivos. En este contexto, la multitarea
parece ser una solución ideal para adaptarnos y sobrevivir. Sin embargo,
¿realmente somos capaces de hacer multitarea? ¿Qué consecuencias tiene para
nuestro cerebro y nuestro rendimiento?
Para responder a estas preguntas, debemos entender
cómo funciona nuestro cerebro cuando realizamos varias tareas a la vez. 
Nuestro cerebro tiene una capacidad limitada de
atención y procesamiento de la información, que depende de varios factores,
como la complejidad, la novedad y la relevancia de las tareas, así como de
nuestro estado de ánimo, nuestra motivación y nuestro nivel de estrés. Cuando
realizamos una sola tarea, nuestro cerebro se enfoca en ella y la realiza de
forma óptima, activando las áreas cerebrales correspondientes. Sin embargo,
cuando realizamos varias tareas a la vez, nuestro cerebro no puede atenderlas
todas simultáneamente, sino que tiene que alternar entre ellas, cambiando el
foco de atención y activando y desactivando diferentes áreas cerebrales. Este
proceso consume más recursos cognitivos y genera más desgaste mental, lo que se
traduce en una disminución de la calidad y la eficiencia de nuestro trabajo.
Según diversos estudios, la multitarea reduce
nuestra productividad en un 40%, nuestro coeficiente intelectual en 10 puntos y
nuestra memoria a corto plazo en un 50%. Además, la multitarea aumenta nuestro
nivel de estrés, ansiedad y frustración, lo que afecta negativamente a nuestra
salud física y emocional. La multitarea también disminuye nuestra creatividad,
nuestra capacidad de aprendizaje y nuestra satisfacción personal, ya que nos
impide concentrarnos, profundizar y disfrutar de lo que hacemos. Por si fuera
poco, la multitarea nos hace más propensos a cometer errores y a tener
accidentes, ya que reduce nuestra capacidad de reacción, nuestra percepción del
riesgo y nuestra toma de decisiones.
Entonces, ¿la multitarea es una capacidad evolutiva
o no? La respuesta es que no, al menos no en el sentido de que nos haga más
inteligentes, más felices o exitosos. La multitarea es más bien una adaptación
a un entorno que nos supera y nos sobrecarga, que nos hace creer que podemos
hacer más de lo que realmente podemos, y que nos aleja de lo que realmente
importa. La multitarea es una ilusión, una trampa, una adicción que nos
engancha y nos daña.
¿Qué podemos hacer entonces para evitar los efectos
negativos de la multitarea y mejorar nuestra calidad de vida y de trabajo? 
Aquí les comparto algunas recomendaciones que
espero que les sean útiles:
- Planifica
     tu día y prioriza tus tareas. Establece objetivos claros y realistas,
     y organiza tu agenda en función de ellos. Dedica un tiempo específico y
     suficiente para cada tarea, y respeta los plazos que te fijes. No te dejes
     llevar por la urgencia o la improvisación, y evita las distracciones y las
     interrupciones.
- Haz
     una cosa a la vez. Concéntrate en la tarea que estés
     realizando y hazla lo mejor que puedas. No intentes hacer varias cosas a
     la vez, ni cambies de tarea constantemente. Si tienes que hacer una pausa
     o cambiar de actividad, hazlo de forma consciente y ordenada, y retoma la
     tarea anterior cuando puedas. Recuerda que la calidad es más importante
     que la cantidad.
- Agrupa
     las tareas similares. Si tienes que hacer varias tareas que
     sean de la misma naturaleza o que requieran el mismo tipo de atención,
     hazlas juntas, en el mismo bloque de tiempo. Por ejemplo, si tienes que
     hacer llamadas, correos o mensajes, hazlos todos seguidos, y no los
     mezcles con otras actividades que requieran más concentración o
     creatividad. Así evitarás el cambio constante de foco y el desgaste
     mental.
- Limita
     el número de tareas. No te sobrecargues de trabajo ni te
     comprometas con más de lo que puedes hacer. Aprende a decir que no, a
     delegar y a pedir ayuda cuando lo necesites. No te sientas culpable ni
     fracasado por no poder hacerlo todo. Reconoce tus límites y respeta tu
     ritmo y tu espacio.
- Usa la
     multitarea solo para las actividades más rutinarias y automáticas. Hay
     algunas actividades que no requieren mucha atención ni esfuerzo mental, y
     que puedes hacer mientras haces otras cosas, siempre y cuando no
     interfieran entre sí. Por ejemplo, puedes escuchar música, un podcast o un
     audiolibro mientras haces ejercicio, limpias la casa o conduces. Estas
     actividades pueden ayudarte a relajarte, a divertirte o a aprender algo
     nuevo, sin afectar a tu rendimiento.
- Descansa
     y desconecta. No te olvides de cuidar tu salud física
     y mental, y de dedicar tiempo a lo que te gusta y te hace feliz. Haz
     pausas frecuentes y breves entre tus tareas, y aprovecha para estirarte,
     respirar, tomar agua o comer algo saludable. También reserva un tiempo al
     día para hacer actividades que te relajen, te motiven o te inspiren, como
     meditar, leer, pintar, bailar, etc. Y sobre todo, desconecta de la
     tecnología, del trabajo y de las obligaciones, y conecta con la
     naturaleza, con tu familia, con tus amigos y contigo mismo.
  Fuentes de información
- González,
     M. (2020). Multitasking: Qué es, cómo hacerlo y qué ventajas tiene.
- López,
     J. (2019). Qué es el multitasking: definición, ejemplos, ventajas y
     desventajas.
- Pérez,
     A. (2018). Ventajas y desventajas del multitasking o multitarea.
- Rodríguez,
     L. (2017). La Multitarea, la nueva forma de trabajar.
- Sánchez,
     R. (2016). Multitasking: ¿qué es?. Sus ventajas e inconvenientes.


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